Artistas Temas de Arte Exposiciones Nosotros Busqueda


Prácticas Curatoriales
Detrás de la televisión: La nueva imagen del video arte peruano
José-Carlos Mariótegui




Bookmark and Share







Este ensayo y los videos posteriores fueron originalmente publicados para Freewaves: Latin America, un festival de videos llevado a cabo en Los Ángeles en noviembre, 2002.

Los inicios del arte electrónico en el Perú se dan con el VIII Festival Internacional de Video Arte organizado por el crítico peruano e historiador de arte Alfonso Castrillón, por un lado, y Jorge Glusberg, del Centro de Arte y Comunicación de Buenos Aires, por el otro. Este evento se realizó en la Sala de Exposiciones del Banco Continental (Lima) dirigida por Castrillón, en septiembre de 1977. Tras ese primer y auspicioso momento, sin embargo, el arte electrónico se detuvo casi por completo entre nosotros durante cerca de dos décadas, aunque ocurrieron algunas intervenciones esporádicas y aisladas (Arias y Aragón, Esther Vainstein, Eduardo Villanes, entre otros).

Un acontecimiento significativo se da en 1995 cuando Gianni Toti viene al Perú. Gianni Toti, uno de los más importantes autores de video a nivel internacional, dibuja el perfil de un intelectual orgánico que confronta la profundidad teórica y la acción cultural en su infatigable búsqueda de nuevos lenguajes en la creación artística y científica. A partir de 1996 Toti realiza en Perú y Francia (CICV Pierre Schaeffer) el Proyecto "Tupac Amauta" que relaciona el pensamiento precolombino y andino con la lucha social y pensamiento actual desde una perspectiva latinoamericana y mundial. Gracias a este esfuerzo internacional sin precedentes, en 1998, el panorama solitario empieza a modificarse: ese año, y tomando como referencia histórica el ya mencionado encuentro de 1977, se realiza en Lima el 2do Festival Internacional de Video Arte, organizado por ATA (Alta Tecnología Andina) y la Galería de Artes Visuales de la Universidad Ricardo Palma, dirigida esta última también por Alfonso Castrillón. Desde entonces éste se realiza anualmente, con una masiva respuesta del público, lo que confirma el gran interés por las nuevas manifestaciones que pueden producir el arte y la tecnología. En el contexto local, la presentación de este tipo de obras de video arte al público requirió un posicionamiento distinto tanto de los creadores como de los curadores. En este sentido, es innegable que las formas tradicionales de ‘colocacióní en el espacio son aún fundamentales para el video: ver un monitor en una esquina, o cuatro proyecciones en paralelo, definen diferentes situaciones, muchas de ellas asociadas directamente a una actitud definida. Tal como lo dice Bruce Naumann "el video: un medio privado en un espacio público".

Por ello la aproximación más enfocada hacia la creación libre (¿universal?), en contra del típico cliché: "contenido latinoamericano", nos lo ofrece la creación de video en los últimos años. Los artistas jóvenes no desean, con frecuencia, representar elementos o contenidos folclóricos o típicos, sino más bien tratan de construir nuevas formas de creación analizando su contexto local. Es decir, debido a que la información y la percepción de la información se ha globalizado, esto permite que los artistas trabajen dentro de una estructura contemporáneo-occidental (TV, radio, Internet, publicidad, etc.) similar a la de sus colegas en otras partes del mundo, sin que ello no signifique que no existan percepciones de la realidad local. Lo que sucede es que esta realidad también se ha transformado, principalmente en las zonas urbanas, que en el caso del Perú, como de gran parte de América Latina, es donde vive el mayor porcentaje de las personas.

Como lo señala Gerardo Mosquera, "Esto no quiere decir que no aparezca un ‘lookí latinoamericano o ciertas líneas similares de trabajo, pero estos parecidos se van a parecer más a nivel conceptual o de práctica artística que a nivel de elementos identificativos tomados del folclore, la historia, la religión o el nacionalismo". Pero esta nueva forma de crear se debe no sólo al desarrollo de nuevas tecnologías, sino también a la participación, cada vez mas activa de creadores latinoamericanos en festivales y muestras internacionales de arte electrónico. Del mismo modo, la proliferación reciente de dichos eventos y encuentros en América Latina ha permitido fomentar un intercambio valioso entre los artistas, curadores y teóricos de la región, logrando redefinir la diversidad cultural latinoamericana.

1 de 2 páginas     siguiente página



regresar a temas de arte