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10ma Bienal de La Habana


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Interpreted World by Glenda        León


From the Crops series by Maria Elvira        Escallón


Illicit Corpus by Guillermo        Gomez-Peña


Tatlin’s Whisper VI by Tania       Bruguera Fernández






Tatlin’s Whisper VI by Tania       Bruguera Fernández

Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam,
27/03/2009 - 30/04/2009
La Habana Vieja, Cuba

10ma Bienal de La Habana
por Pily Estrada and Christian León

Monumentalidad y espectáculo

El monumentalismo es un recurso fácil, las grandes dimensiones siempre impactan. Incluso la misma Bienal se presenta este año a través de grandes carteles y displays en sus espacios oficiales y en las calles de la ciudad; es una forma efectiva de hacerse ver y recordar. Pero en las obras de arte el monumentalismo puede causar un efecto contrario cuando es forzado y sin sustento. La Hipérbole y Bajo Presión, grandes esculturas en mimbre del cubano Raúl Estrada pueden caer en esta trampa, al igual que Los esquimales no tienen poesí­a, el igloo de poliespuma de Douglas Argüelles ubicado en el patio interior de la Casona. Ambas se pierden en una estrategia que no se corresponde con su fin, logrando que el asombro causado a primera vista se vuelva equivalente al vací­o que le sigue.

Sin embargo, el mega formato utilizado como elemento fundamental fue una decisión acertada en Memoria & Memory de José Emilio Fuentes, una de las piezas más celebradas de la Bienal. Doce elefantes de tamaño real que se emplazan en puntos estratégicos de la isla como la Plaza Vieja , el Capitolio, la Tribuna Antiimperialista y la escalinata de la Universidad de La Habana. En cada lugar su presencia se convierte en memoria, revisión histórica y creación de una nueva anécdota. Desde su constitución formal de metal soplado con aire a presión que aparenta livianas figuras infladas, es una de las pocas piezas que sí­ hablan de resistencia, de una capacidad de adaptación y de esperanza.

Mientras unas gigantescas cucarachas humanoides escalaban la fachada del edificio en el Museo de Bellas Artes en la obra Sobrevivientes de Favelo; una gigantesca ola de tejas invadí­a el patio techado en el Pabellón Cuba. Esta instalación titulada Tsunami de Humberto Dí­az recrea un grabado de principios del siglo XIX de Hokusai y lo convierte en una pieza sobrecogeroda que impresiona a primera vista. Las obras de Fabelo y Dí­az usan las grandes dimensiones para aludir a los sentimientos de angustia y vulnerabilidad humanos frente a fenómenos de destrucción de la naturaleza.

Prolongación, del colectivo ecuatoriano Lalimpia, despliega en una sala una manguera de 1 km. de extensión que sale de un surtidor de gasolina al que vuelve luego de rodear, girar, retorcerse, ir y venir a lo largo, alto y ancho del espacio. Visualmente da la sensación de entrar en un dibujo de Cy Twombly luego de haber tomado la poción que encogió a Alicia en el paí­s de las maravillas.

Estado de excepción

Se dice casa adentro que el ISA (Instituto Superior de Arte de La Habana) ya no es lo que era antes. Con la partida de varios catedráticos que fueron parte del boom de la institución en la década de los ochenta y noventa, se fueron sus años de oro. Quizás por eso para acercarse a la movida emergente del arte cubano hay que hablar de "Arte de Conducta”, la cátedra impartida por Tania Bruguera. Desde el 2003, esta asignatura funciona con el objetivo de "crear un espacio de formación alternativo, enfocado hacia la discusión y análisis de la conducta social y la comprensión del arte como medio de diálogo con la realidad y la actualidad cí­vica”. Estado de excepción, fue una muestra del tipo de prácticas polí­ticas y contextuales que propone el Bruguera. Durante nueve dí­as en la Galerí­a Habana, diariamente se montaron exposiciones y charlas. Los participantes fueron jóvenes talleristas de la cátedra, nacionales y extranjeros, y también profesores invitados.

En el video Elaboración de cuarenta piezas rectangulares para la construcción de un piso tomas fijas de la maquinaria de una fábrica cerrada son sonorizadas por sus antiguos trabajadores quienes imitan el sonido de la herramienta que utilizaban. En un concierto de tornos y cortadoras hecho por la voz humana, lo que más fuerte sonaba era el abandono. Como en esta metáfora de la realidad circundante con claras alusiones a las consecuencias del sistema que los gobierna, en las salas se podí­a observar la definida lí­nea polí­tica que promueve la cátedra; y aunque con distantes niveles de sofisticación entre las obras, se detecta que los emergentes cubanos mantienen esa temática. Quizá la única excepción fue Alejandro Ulloa, que basa su trabajo en la promoción de sus propios deseos como persona y artista.

Cuerpo vs. Susurro

Dos de los eventos centrales de programa de actividades especiales fueron las acciones de Guillermo Gómez Peña y Tania Bruguera, planeadas para realizarse simultáneamente. Por razones sospechosas, la organización de la Bienal programó simultáneamente en los patios internos del Centro Wilfredo Lam los performance de ambos aristas. Finalmente por problemas técnicos, Corpo ilí­cito del mexicano arrancó con retraso dejando el protagonismo a El susurro de Tatlin VI, acción de la artista cubana que desató un polémica mediática a nivel internacional.

Corpo ilí­cito constituye una performance que comenta el tránsito de la era Bush a hacia la era Obama en el cual conviven sentimientos de dolor y esperanza que entrelazan cuerpo y polí­tica. En varias plataformas cuatro performers y un médico realizan acciones simultáneas acompañadas de una música ambiental y una pantalla gigante donde se presentaba detalles de cada plataforma. Gómez-Peña recita su poesí­a borderline, Yemanyá, la deidad orisha, abraza el cuerpo sangrante de un hombre torturado, un médico acupunturista clava agujas con banderas de las potencias del Primer Mundo sobre el cuerpo de una mujer indí­gena. Bruguera por su parte apostó a la sencillez. Dispuso un podio con micrófonos abiertos para que el público dijera lo que quisiera durante un minuto. Durante este lapso, un hombre y una mujer vestidos con el uniforme del Ministerio del Interior depositaban una paloma blanca en el hombro de los participantes, finalizado el tiempo los bajaban del podio. Mientras tanto el público tomaba fotografí­as con las doscientas cámaras desechables que fueron regaladas por la artista.

Aprovechando los micrófonos y el podio, varios bloggers y opositores reclamaron por la falta de libertad de expresión en la isla. Tras el incidente, el Comité organizador de la Bienal emitió un comunicado señalando como "disidentes anticubanos” a los participantes y calificando como "un acto anticultural” al hecho, al mismo tiempo que celebraban el carácter anticolonial del performer mexicano. Aun cuando Bruguera sale ilesa de la censura, es seductor pensar lo inocuo que resulta en la actualidad la alegorí­a barroca de Gómez-Peña frente los potentes efectos causados por el arte de conducta de su par cubana.

Pily Estrada y Christian León

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