Artistas Temas de Arte Exposiciones Nosotros Busqueda


exposición presente
Neoreliquias


Bookmark and Share

Aztec Domestic by Einar and Jamex       De La Torre
Aztec Domestic

Baja Kali by Einar and Jamex       De La Torre
Baja Kali

Bolivar’s Burden by Einar and Jamex       De La Torre
Bolivar’s Burden

Cuautemoc by Einar and Jamex       De La Torre
Cuautemoc




Cuautemoc by Einar and Jamex       De La Torre

Museo de las Artes, Universidad de Guadalajara,
31/01/2002 - 31/03/2002
Guadalajara, Jalisco, Mexico

¿Disolución estética? El singular caso del "Dúo Somos Uno" en el que la suma de dos cerebros pensantes es mayor a un corazón sangrante
por Felipe Ehrenberg

Claro está que aquellos iconoclastas no fueron ni los únicos ni los primeros en cuestionar la tiránica infalibilidad de una estética que se preciaba de encarnar "el espíritu de la originalidad." Sería imperdonable ignorar a América Latina y sus pioneros, como el venezolano Reverón (sobre todo en sus instalaciones ante verbum) o el mexicano Goitia en su arrebatada pasión, que buscaron transitar parajes lo más alejados de las rutas europeas... disculpe, señor juez... no, aguarde un poco, estamos en el proceso de resumir para concluir. Cortes parecidas a esta tuvieron que absolver, hace poco menos de cien años, a ciertos mexicanos acusados de Disolución Estética por la nomenclatura de sus momentos. Rivera, el Corsito, Covarrubias y no pocos más, osaron nutrir su obra con el gusto popular (pido disculpas si alguien se incomoda con la palabra), incluso con los gustos de... de la indiada, por Dios. No estuvieron solos los plásticos. Hubo músicos como Moncayo, contemporáneo de Villalobos, Bartok y Coplan, que se codeó con potosinos y veracruzanos y aprendió de ellos para retomar su tradición y crear sus propuestas. Permítaseme recordarle al jurado que todos fueron declarados inocentes pues demostraron ó y de qué modo ó no solo que no habían lesionado al Arte sino que habían rectificado su rumbo. Nadie podrá reprocharles que hayan presentado sus morenos diseños, sus bahianas, sus colores y sus huapangos en salas de concierto y galerías si para eso están estos recintos.

Pues bien, señores y señoras, el Dúo Somos Uno hace exactamente lo mismo al presentar sus magníficos trabajos en un museo tapatío. Los hermanos De la Torre no buscan cosechar la lisonja barata o la provinciana aprobación de este crítico o de aquel cronista. Me consta que lo hacen para poner pensar a su público abierto, a quien nos importa que nos llegue la obra, que nos diga algo. A final de cuentas, ¿no es esto lo que origina este juicio?

Quedó claro, cuando se nos planteó defender el caso, que Einar y Jamex son conocedores "como pocos" del vidrio mexicano, desde el tradicional, soplado y utilitario, de Tlaquepaque, los caprichos en miniatura de los restirados de feria y neoartesanías vítreas que transforman botellas de Coca y Sprite y redimensionan a la familia Simpson, hasta las frívolas geometrías que se producen por Monterrey para decorar salas y oficinas. Por si acaso, pueden consultarse las minutas anteriores, ahí donde dice: "Para cuando Bizancio sucumbió, en 1453, el vidrio traslúcido ya había cruzado el mar Adriático y reposaba, hacia el siglo VII, en Ravena, donde el lustre de la cerámica, los azulejos y los mosaicos era deleite de propios y extraños." También nos servirá leer la parte que dice: "Este transparente mineral con el que los humanos iluminamos nuestro imaginario no siempre ha sido bien recibido, todo lo contrario..." y cotejarla con el qué-dirán de reporteros de boletín, editores de pomposas secciones culturales, críticos ó si es que quedan algunos ó y ciertos funcionarios del sector cultural público que cualquiera reconocerá.



2 de 4 páginas     página anterior     siguiente página

volver a exposiciones