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Transductores: Pedagogías colectivas y políticas espaciales


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Transductores by Transductores       Pedagogí­as colectivas y polí­ticas espaciales


Transductores by Transductores       Pedagogí­as colectivas y polí­ticas espaciales


Transductores by Transductores       Pedagogí­as colectivas y polí­ticas espaciales


Workshop by Transductores       Pedagogí­as colectivas y polí­ticas espaciales





Workshop by Transductores       Pedagogí­as colectivas y polí­ticas espaciales

Centro José Guerrero,
01/12/2009 - 01/02/2010
Granada, Spain

Transductores: Pedagogí­as colectivas y polí­ticas espaciales
por Javier Rodrigo

El proyecto cultural Transductores: pedagogí­as colectivas y polí­ticas espaciales,(1) responde a un trabajo llevado cabo desde el año 2009, ideado desde Aulabierta (2) y coordinado por Antonio Collados y Javier Rodrigo, como una producción del Centro José Guerrero de Granada. Este proyecto se ha articulado en torno a tres ejes de trabajo: primero, un archivo de casos, con su exposición en el centro de arte (de diciembre del 2009 a febrero del 2010); segundo, un conjunto de seminarios formativos que han estructurado un proyecto pedagógico desde el inicio del proyecto; y tercero, la activación de una serie de multiplicadores o trabajo de continuidad en el contexto local de Granada durante el año 2010.

Transductores ha sido pensado como un proyecto orgánico y articulador de diversas dimensiones del trabajo cultural y educativo, con la intención de conjugar en una misma dimensión lo pedagógico, la polí­tica cultural, y la polí­tica de redes y grupos o colectivos. Siguiendo esta complejidad, este texto cumple un doble propósito a la hora de abordar el proyecto: Por un lado, analizar el trabajo desarrollado de cara al tipo de proyectos, colectivos e iniciativas que Transductores como proyecto comisarial y de archivo ha investigado y documentado, teniendo en cuenta el trabajo de grupos interdisciplinares y redes sociales dentro del campo de la producción cultural y la pedagogí­a. Por otro lado esta perspectiva de las redes sociales nos ayudará a poder describir cómo se ha articulado pedagógicamente este proyecto, es decir cómo se ha activado dentro del contexto local de Granada, y cómo se está trabajando actualmente en una segunda fase de multiplicación.

Sobre la perspectiva de Transductores: el trabajo en redes y la producción colectiva

Actualmente podemos afirmar que ya no es una sorpresa que las prácticas artí­sticas colaborativas o el trabajo de colectivos, sea un campo que esté cobrando cada vez más interés revisitándose desde diversas perspectivas. Podemos citar entre otras aproximaciones, la historia del arte del colectivismo (Scholette y Stimson, 2007), o el análisis de formas de producción cultural alternativas, ya sea por la participación (Bishop, 2007), el trabajo de estéticas dialógicas (Kester, 2005), o finalmente iniciativas que responden más a un calado sociocultural y comunitario, que bebe del trabajo de educación popular y comunidades creativas (Ricart y Saurí­, 2009). Además en nuestro estado, y fruto de la influencia de ciertos discursos de Europa y el desarrollo de las TICS, el boom educativo está revitalizando el campo de las pedagogí­as. La educación ya no es concebida como una mera transmisión de conocimientos, o una actividad compensatoria a las prácticas comisariales, sino, sobre todo, como un eje crí­tico donde repensar la producción cultural y el conocimiento y encontrar respuestas factibles tanto a la denostada estética relacional, como a la hipertrofiada crí­tica institucional. Ejemplo de ello serí­an eventos como Educación Expandida,(3) del colectivos Zemos98; el seminario internacional Acciones Reversibles,(4) patrocinado por el centro de arte ACVIC de la ciudad de Vic, con una reciente publicación que recoge el seminario y otros proyectos; o las jornadas de Producción Cultural Crí­tica del MUSAC(5) celebradas hace pocos dí­as en León. Bajo este panorama es importante localizar nuestro trabajo, que bebí­a tanto de las influencias de las prácticas culturales colaborativas, como de las experiencias de educación popular o pedagogí­as crí­ticas, experiencias todas ellas que se veí­an irremediablemente desde el complejo proyecto de Aulabierta, una red y plataforma de producción auto gestionada que sirvió para situarnos a la hora de repensar como comisariar una exposición que aunase la educación, el activismo y el trabajo en red en un conjunto de 14 iniciativas internacionales bajo el paraguas de Transductores. La intención fue iniciar esta investigación para poder constituir un proyecto pedagógico y un proceso de activación de redes, tal como explicaremos más adelante.

El hecho de usar un término complejo como transductor para titular el proyecto también supuso una apuesta personal. Nuestra intención no era tanto crear un paradigma de práctica polí­tica cultural o una marca, sino sobretodo una perspectiva de entrada más rica, y al mismo tiempo, más compleja, sobre ciertos proyectos que nos costaba localizar simplemente como proyectos de arte social, colaborativos, de redes de trabajo cultural o proyectos de producción independiente. En este caso el uso del término contribuí­a a una forma diferente de aproximarnos a estas prácticas desde otro punto de vista. En principio este término nos permití­a usarlo en su definición más convencional, como un dispositivo que puede traducir o transformar una determinada energí­a de entrada en otra de salida (definición convencional de la fí­sica o electrónica(6) ). No obstante, hallamos que dicho término en la teorí­a de redes y la investigación participativa nos aportaba otra manera más compleja de usar y enfocar este concepto. Así­, a partir de las aportaciones de Villasante (2006), podemos entender que los estilos transductivos son modos de trabajo orgánicos y ecológicos, que emergen en determinadas situaciones y producen cambios sociales profundos. Sin embargo es importante matizar, que dichos cambios no dependen sólo de un catalizador externo o disparador, algo que normalmente se atribuye en demasiadas ocasiones al arte como una especie de rol salví­fico o de catalizador social.

En el caso de la transducción, la orientación y la profundidad del cambio dependen de los actores, del contexto y de las circunstancias en que este proceso de cambio se produce. Tomando esta connotación vemos que, en efecto, la perspectiva de la transducción nos permití­a aproximarnos a los trabajos de grupos desde perspectivas complejas, donde entender sus contextos, sus ritmos y los modos en que formaban colaboraciones o coaliciones polí­ticas en diversos contextos. De este modo las diversas iniciativas investigadas podí­an articularse como transductores en relación a los agentes sociales, los ritmos y las redes sociales que se entretejí­an en cada proyecto o iniciativa. Con esta aproximación, conjugamos una definición del concepto de transductor no sólo como dispositivo y disparador, sino un concepto poético y polí­tico que suponí­a ir más allá de los grupos y entenderlo como una aproximación. Este hecho conllevó entender los proyectos e iniciativas seleccionados como organismos vivos, en pleno movimiento y relación. Como investigadores y coordinadores de

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