Como notara Reesa Greenberg, las exhibiciones que se proclaman "internacionales" con frecuencia incluyen el lugar de origen en el título para con ello co-optar el estatus cultural que se asocia con los significados y mitos de una ciudad o región en particular. Liverpool en tanto que archivo abierto contiene una multitud de imágenes, artefactos y tradiciones que trazan su historia como poder imperial y su subsiguiente declive económico y regeneración urbana más reciente. La idea de la ciudad como depósito de materiales que pueden ser explotados, apropiados y representados se refleja en cierto número de obras comisionadas para International 06. Por ejemplo, la instalación en la Iglesia de St. Luke por Matej Andraz Vogrincicís, Untitled [Sin título], homenajeaba la historia marítima de Liverpool mediante el procedimiento de llenar la iglesia vacía y bombardeada con cierto número de barcos volteados. La serie fotográfica de Carlos Garaicoa, Overlapping [Superponiéndose], consiste en registros visuales esperpénticos del pasado que se filtran e invaden el presente. Excavando bajo la superficie para mostrar lo que inevitablemente se ha perdido, Garaicoa trabajó a partir de imágenes de archivo en la reconstrucción de edificios que ya no existen, o que fueron tan solo imaginados, trazando sus contornos en hilo sobre la superficie de sus fotos. Obras como éstas, sin embargo, reflejan un acercamiento muy tradicional a la conceptualización del sitio. Artefactos espaciales son presentados como encarnando y enmarcando la ciudad.

Esta concepción más bien estática y fija del lugar se ha sido cada vez más minada por las más recientes teorizaciones durante las dos últimas décadas que sugieren que, el sitio en vez de ser una localización geográfica fija, está constituido por medio de, y producido por, procesos sociales, económicos, culturales y políticos. En su obra seminal, One Place after Another: Site-Specific Art and Locational Identity [Un lugar tras otro: Arte site-specific e identidad locacional], Miwon Kwon traza la genealogía de un arte específico al lugar a partir de los años sesenta, identificando un cambio de paradigma reciente por medio del cual los artistas son vistos que avanzan una noción enteramente distinta de sitio como "un campo discursivo de operación predominantemente coordinado de manera intertextual, localizado en múltiples lugares"(11) antes que algo enclavado y fijo.

Si concebimos al sitio como algo cambiante y fragmentario, y que se produce gracias a procesos socio-económicos, ¿qué podríamos considerar como una obra específica al contexto [context-specific] envolvente y desafiante? Quizá un punto de partida podría ser obras que desestabilizan nuestras nociones de sitio como un lugar geográfico fijo y que nos desubican como espectadores, explorando el deslizamiento entre lugares cambiantes, fragmentarios, y narrativas de lugar a medias reveladas. Constatamos evidencia de obras que se aproximan más de cerca a este tratamiento en International 06.

La descripción de la instalación de video de Jun Yang, A Better Tomorrow [Un mañana mejor], pone de manifiesto el interés del artista por el gran número de casas abandonadas y clausuradas en Liverpool, evidencia del dramático declive de la población de la ciudad durante los últimos cincuenta años, y de la reciente Housing Market Renewal Initiative [Iniciativa para la Renovación del Mercado Inmobiliario] que pretende reconstruir y reacondicionar miles de casas en la ciudad. No obstante, quizá lo más atractivo de A Better Tomorrow es la intersección de narrativas de lugar divergentes. Yang yuxtapone imágenes de Liverpool, y su concomitante proceso de regeneración urbana, con la historia de la migración de sus padres a Viena. Su serpenteante narrativa regresa sobre si misma en un interminable círculo a medida que recuenta la promesa continuamente postergada de nuevos comienzos, reinvención y progreso. En vez de sentirnos enraizados a un espacio claramente articulado que podamos reconocer como "Liverpool", uno queda a la deriva y sin lugar, poderosamente conciente de los múltiples puntos/interfaces de traslape que existen entre lugares, historias y experiencias disímiles. Este también es el caso del proyecto de video-instalación interactivo, Untitled, en FACT (Foundation for Art & Creative Technology), de Shilpa Gupta. Con entrar en su libro de imágenes proyectadas, el espectador se convierte en parte de su historia interactiva. Elementos familiares aparecen a medida que la narrativa se despliega: pájaros, mar, casas, ventanas, niños, pero uno no puede ubicarse en un lugar específico; uno está completamente fuera de lugar y no situado. El sentimiento de hallarse sin respaldo en estas obras, resulta interesante porque parece reflejar más adecuadamente la realidad del artista itinerante en constante movimiento entre un contexto y otro, tal cual será el caso de nuestra propia experiencia de lugar en nuestro mundo cada vez más móvil y globalizado.

Buscando evadir la crítica de que la obra específica al lugar, producida por artistas que hacen paracaidismo óentrando y saliendo de diversos contextos en su itinerario peripatético alrededor del circuito bienalópodrá en el mejor de los casos solo ser superficial, las obras comisionadas para International 06 fueron el resultado de residencias extendidas de investigación y trabajo de campo por parte de los artistas. Pero ¿acaso realmente podemos argumentar que un tratamiento de investigación más profundo lleva inevitablemente a obras de arte más atrayentes y pertinentes, y por tanto debería ser considerado como el modelo preferencial para obras dedicadas a un contexto específico?