Artistas Temas de Arte Exposiciones Nosotros Busqueda


Arte & Espacio Social
Al Zur-ich Encuentro De Arte Urbano: Quito
Maria Belen Moncayo




Bookmark and Share













Fantasmagoría del Rastro, presentada originalmente en la edición 2004 de Al Zur-ich con la participación de Fabiano Kueva y Mayra Estévez fue una suerte de transposición de energía, de la naturaleza a la cultura, de la realidad a la ficción, del pasado al presente; una intervención multimedia cuyo propósito nos recuerda el de la video-instalación de Beryl Korot(10) realizada en 1975: Dachau 1974, obra que bregaba con el espacio y la arquitectura de un campo de concentración nazi, actualmente convertido en un lugar de visita turística.

El domingo 13 de junio de 2004, a partir de las 23:00 horas, el antiguo centro de faenamiento de animales de Quito, más conocido como Camal, fue habitado por más de una hora por la intervención multimediática, un esfuerzo para recobrar el tiempo perdido. Es en este espacio, originalmente ocupado por el Camal, actualmente el Centro Comercial Chiriyacu -(C.C.Ch,) donde literalmente no ha quedado rastro alguno del pasado.

El C.C.Ch no es más que un eslabón financiado por la cadena municipal de Centros Comerciales del Ahorro, que -dentro de las dinámicas de "regeneración urbana"- apuntan a desplazar del Centro Colonial Histórico el comercio informal callejero hacia edificios cuya excesiva higiene ha contribuido más bien a hibridación visual que al aumento del empleo formal. En el caso específico del C.C.Ch, cuyo público consumidor no cubre las expectativas de afluencia comercial esperadas por el gobierno, encontramos hoy mercadería proveniente de contrabandos chinos -exhibida en maniquíes de aspecto caucásico, fabricados en Ecuador- vendida por indígenas y migrantes de provincia, quienes han pasado a ser los nuevos inquilinos del antiguo Camal. Estos elementos pintan una estética paroxista que dan forma a las imágenes en Fantasmagoría del Rastro.

En 1991, utilizando película de 16mm, Alvear registró en el Camal el proceso de faenamiento de los animales y el comercio relacionado con esta actividad. Estas imágenes fueron proyectadas doce años más tarde a una escala monumental por sobre y dentro del edificio donde hoy funciona el C.C.Ch. Alvear utilizó papel translúcido que a modo de pantallas fue colocado sobre las ventanas y puertas de la fachada. De igual manera, de la entrada principal pendían jirones plásticos a manera de umbral de frigorífico donde se revivían en imagen a corderos desangrándose. Sobre estos nuevos "lienzos", con los que el artista vistió al edificio, se veían escenas de cerdos humeantes, cabezas de reses, corderos degollados, sangre animal en tinajas, matarifes, niños que "torean" borregos antes de que sus padres los lleven al matadero.

La abyección tácita del espacio es subvertida por el autor. Bajo su sensible mirada toda posible sensación repulsiva desaparece y nos aproxima a un estado contemplativo apuntalado por una banda sonora -con fragmentos de Te Deum de Arvo Pärt, sonidos del proceso de faenamiento y compases al ritmo de tecnocumbia(11)- que subrayaba lo apocalíptico de las imágenes en su transposición temporal. Tanto el fluido eléctrico público como el de las bujías del centro comercial fueron suspendidos para el efecto. La única luz posible la que provenía de las imágenes proyectadas, se filtraba a través de nueve cañones de vídeo que proyectaban las obras sobre el edificio "regenerado". En el interior, dos monitores instalados en los corredores interiores, más los del circuito cerrado de seguridad del edificio, transmitían imágenes de los locales de venta de ropa; grabadas en vídeo en días anteriores a que la obra se llevase a cabo. La edición deja ver que de un local a otro el artista ha desplazado alcancías de yeso en forma de amigables animalitos, idóneas para el futuro ahorro monetario, quienes por el momento laboran al son de un tema popular, (Bueno-Bonito-Barato). Fue en este momento cuando las autoridades municipales decidieron que era tiempo de mandarlos con su música a otra parte.

El tiempo dictará la pauta. ¿Será todo el brillo de la impecable baldosa del flamante Centro Comercial Chiriyacu herramienta para "políticas arquitectónicas/urbanas normalizantes"? Arriesgo el pronóstico de que el patrón va a repetirse: Faenadores y comerciantes alterarán las instalaciones a su imagen y semejanza..., serán ellos quienes tendrán que recuperar el tiempo perdido.

En la más reciente edición 2005 de Al Zur-ich, Falco (Cuenca, 1972) presentó Lo Bueno, Lo Bello, Lo Verdadero. "Para cada persona, para todas las personas, hay algún objeto, pieza, elemento que nosotros podemos considerar que es lo más bello y verdadero que tenemos. El valor de ese algo no tiene que estar determinado por circuitos o dictámenes artísticos, culturales, sociales, económicos, hegemónicos ni críticos. El valor está dictado por cada uno de nosotros y trascenderá estimaciones comerciales, de mercado, de moda, de reliquia o de vanguardia. Para nosotros pueden tener el mismo o más valor que una 'obra de arte'.."(12)

En la búsqueda del barrio apropiado, Falco se interna en el sur de Quito y escoge trabajar en Las Colectivas: un barrio cuya disposición urbanística, su peculiar diseño que lo asemeja a las vivienda europeas de obreros de los años cuarenta del siglo pasado (estructuras largas y angostas de dos plantas idénticas) y el reducido número de casas que compone la manzana -veinte en total- perfilan el espacio ideal para llevar a cabo su propuesta. Desprovisto de intenciones taxonómicas y más bien armado con sus cinco sentidos, el artista toca a la puerta de los moradores y en cada vivienda descubre una nueva "Caja de Pandora". Tras la respuesta, unánimemente positiva, los (no)objetos fueron exhibidos en dos modalidades: unos fueron vistos en la vereda de la calle que ocupa cada casa, otros precisaron que el público ingresara en la sala; esta última opción potencializó aún más las dimensiones de la obra, el interior tradujo con fuerza Lo Bueno, Lo Bello, Lo Verdadero que cada propietario decidió exhibir al público.

2 de 3 páginas     página anterior     siguiente página



regresar a temas de arte