Entrevista a Rolf Abderhalden por David Gutiérrez Castañeda* Noviembre del 2008 Mapa Teatro es un laboratorio de artistas interdisciplinar que desde finales de la década de los ochentas ha combinado teatro, performance y nuevos medios, constituyendo una alternativa del ejercicio cultural colombiano. Los hermanos Heidi y Rolf Abderhalden, junto con el apoyo de la Alcaldía Mayor de Bogotá, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y un grupo de historiadores, antropólogos y trabajadores sociales, realizaron Cúndua(1): Pacto por la Vida (2002- 2004). Cúndua consistió en una serie de plataformas de ejercicio simbólico con comunidades límite en la ciudad de Bogotá. Mientras un equipo de investigadores describían la condiciones de vida en el límite, un conjunto de artistas coordinado por Rolf Abderhalden generaban mecanismos de diálogo y presentación de las comunidades: Los libros de la memoria, La casa en la calle, Prometeo acto I y II, Re-corridos, entre otros son los ejercicios planeados. Estos ejercicios, marcados por su carácter experimental, permitieron documentar y discutir metodologías y principios por los cuales el ejercicio del arte contemporáneo se constituye herramienta en los procesos de restitución cultural. Las comunidades límites en las que se ubicó el proyecto fueron la canteras norte de la localidad de Usaquén, al norte de la ciudad, y Barrio las Nieves en el centro de Bogotá. Las dos comunidades con fuertes desigualdades sociales, problemas de desplazamiento y altos índices de indigencia a finales de la década de los noventas, los hacían lugares estratégicos de una intervención social como mecanismo de restitución social. En el caso de Usaquén el proyecto duro alrededor de 2 años y consistió en procesos de recuperación de la memoria. En el Cartucho, lugar de las más fuertes tensiones sociales de la década de los noventa en la ciudad por expendio de drogas y alta delincuencia, se planeó la intervención que recuperara la memoria del lugar en la medida en que la Alcaldía Mayor de Bogotá desalojaba a los habitantes para la construcción del parque Tercermilenio. Finalizada la administración del Alcalde Antanas Mokus, Mapa Teatro continúo sin el apoyo de la Alcaldía la documentación del proceso de construcción del parque y su impacto en la vida de los habitantes desalojados. Este se recogió en la obra del colectivo Testigo en las Ruinas. Conversamos con Rolf acerca de estas ideas y su ejercicio profesional. !!o!... David Gutiérrez: ¿En qué consistió Cúndua: pacto por la vida? Rolf Abderhalden: Cúndua fue un proyecto que iniciamos un grupo de investigadores de la Universidad Nacional, de la Universidad de los Andes, convocados por Alicia Eugenia Silva, ella fue, digamos, la iniciadora y quien le dio ese nombre al proyecto. Ella quería que un grupo de personas nos reuniéramos a reflexionar sobre el problema de las percepciones y las representaciones en condiciones de límites de vida; es decir, estaba muy preocupada porque no habían elementos para elaborar ciertos episodios y acontecimientos de la vida de personas que viven en condiciones de altísima vulnerabilidad y que están como en un límite, entre la vida y la muerte. DG: ¿A ella le interesaba generar mecanismos de discusión sobre la experiencia de los ciudadanos en circunstancias límite? RA: No solamente discutir sobre esa experiencia, sino proponer algunas estrategias para poder intervenir, ofrecer elementos y herramientas para elaborar, elaborar duelos o elaborar situaciones de conflicto. ¿Cómo poder hacer elaboraciones de episodios o acontecimientos traumáticos? ¿cierto?, de individuos o de comunidades en situaciones límites. Al principio todo era un poco abstracto, y entonces nos reunimos entre los que estábamos en ese proyecto, Alicia Eugenia por supuesto, el posterior alcalde Antanas Mokus, el historiador Fabio Zambrano, entre otros. Y me convocaron a mí como parte de la Universidad Nacional, como entre el arte y la academia. Al final tomó forma cuando ya Antanas fue alcalde y Alicia Eugenia se volvió secretaria privada, y de alguna manera se encontraron mecanismos para que ese proyecto pudiera desembocar en algo más concreto. Se constituyó un proyecto piloto, para después, según lo que resultara allí, poder imaginar un ejercicio de política pública, poder hacerlo en varias partes, en lugares de conflicto. Inicialmente en Bogotá, porque Alicia Eugenia pensaba en todo Colombia. Era un problema pues de todas estas masacres y en todos estos lugares todavía no se había hablado de reparación, todavía no se hablaba de esto, no estaba tan en la mesa como lo está hoy. Es decir, eran momentos en que los paramilitares estaban muy escondidos, que a Carlos Castaño(2) no le habíamos visto el rostro, no sabíamos quién era. Fue toda esa época, casi a finales de los noventas. Cuando se concretó fue porque en las Naciones Unidas financiaron, y entonces se desarrolló el proyecto piloto. DG: Me interesa la labor del artista en ese grupo ¿Qué pasaba? RA: Claro, yo te voy a contar desde allí. Lo que pasa es que cuando iniciaban todas las discusiones, pues obviamente las discusiones estaban todas en un plano muy teórico, pues obviamente analizábamos esas situaciones que estaban pasando, que esta masacre, que no sé, que no pasó nada, que qué pasará de la gente, que cómo hará duelo la gente, cómo elaborará la gente todos esos eventos traumáticos, que las huellas de todo eso dónde quedan, que qué pasa con los restos, ¿sí me entiendes? Que si el monumento es una estrategia para celebrar, para conmemorar, para recordar; qué tipos de monumentos hay en este momento en el país, qué tipo de celebraciones se hacen en torno a estos eventos, en fin, el arte como discusión. Y al mismo tiempo había como lecturas y había reflexiones que se hacían desde la historia, desde la antropología y sociología, entonces eran discusiones así.
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